sábado, 12 de julio de 2008

Málaga, el inicio (parte I)


No se como empezar a contar acerca de mi llegada y estancia en Málaga. Creo que para no saturar mi narración daré pautas resumidas y con imágenes (que dicen más que mil palabras) tratando de ser más clara.


1. Entre aeropuertos


Tengo que confesar que ahora me declaro oficialmente aeropuertofóbica! Cada vez que viajo a algún lado siempre me pasa algo, esta vez no fue la excepción. Me dirigí a registrarme en Lima y mi maleta de mano tenia sobrepeso, así que se me ocurrió la brillante idea de mandarla como equipaje, no contaba con que dentro iban mis documentos más importantes, que por ninguna razón podría permitir que se pierdan, así que en cuanto recordé (1 min después de dejarla) pedí que por favor me la den para sacar esos documentos, pero la maleta ya había entrado, así que tuve que hacer un trámite de media hora para sacarla nuevamente, con peligro de perder mi vuelo!!!. Después que vino la maleta, saque los documentos y de ahí en adelante no tuve mas inconveniente. El estar sentada en un avión mas de 10 horas tampoco es lo más cómodo pero es una experiencia que alguna vez quería experimentar. Legué a Madrid en la mañana del día siguiente y esperé unas 3 horas para salir a Málaga. Desde el cielo podía ver que me estaba asomando a una ciudad calurosa porque casi todas la casas tiene piscina.

2. Mis primeros pasos en Málaga


Gracias a Rosa y Ana (dos compañeras del laboratorio) que fueron a recogerme, no me perdí en la ciudad. Ya había olvidado esa sensación de estar en lugar que no conoces nada y mucho menos que todo es tan diferente. Fuimos al lab para poder hacer una llamada de rigor avisando que llegue sin problemas a mi madre y de ahí fuimos a buscar el depa donde vivo. Llegamos y mi compañera Cuki, andaba dormida y no escuchaba el timbre, razón por la cual esperamos casi 3o min bajo casi 40ºC, cargado casi 40 kilos de equipaje...hasta que por fin abrió la puerta y me enseño lo que es ahora mi habitación. La cama no tenía sábanas así que tuve que salir con Cuki a comprar, sin dormir, si comer, sin bañarme, sin saber donde estoy parada, sin remedio alguno más que seguir andando. Llegamos como a las 11 pm a la casa, tomando en cuenta que anochece a las 10pm, era temprano aún. Casi a las 12 de la noche me bañe y traté de dormir pero mi ciclo circadiano estaba alterado, así que me costó poder descansar y cuando lo logré no me levante de la cama hasta la 1 de la tarde del día siguiente. Es aquí donde recién pude ver la vista desde mi edificio, caminar por la calle, darme cuenta que estoy en otro lugar y ver que acá me moriré de calor.



3. La primera reunión con mis nuevos compañeros


Lo más común cuando llega alguien nuevo a un lugar es que le den de alguna forma la bienvenida, es por ello que mis compañeros tuvieron la genial idea (lo digo así porque la pasé muy bien) de ir tomar cerveza y vino junto a unas tapas (platitos pequeños con diferentes potajes españoles) en una bar con mucho ambiente. Pude probar muchas cosas diferentes y fumar un cigarro negro sin saberlo. Casi a las 2 am nos fuimos a cantar y seguir tomando cerveza bien fría, en el centro de la ciudad lo que abundan son los lugares donde tomar y comer.
4. La caminata relámpago por el centro de la ciudad.


Un domingo me lanzé sola al centro a tratar de conocer y entrar a algunos lugares, pero creo que no me dieron buenos resultados, conocí lo más básico de la ciudad muy superficialmente, pero más adelante trataré de ir a La Alcazaba, el museo de Picasso e ir a bañarme al mediterráneo. Acá pongo algunas fotitos simples de mi accidentada caminata.


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