domingo, 11 de noviembre de 2007

Las maravillas del Perú


El retorno a mi tierra era más que deseado. Desde el cielo vi el inconfundible cielo gris y tierras áridas de la capital, no faltaron los compatriotas que aplaudieron al aterrizar el avión...costumbres que jamás entenderé. Mi paso por el aeropuerto fue más que relajante, como nunca mis maletas (por las que no me cobraron sobrepeso, jaja) fueron de las primeras en salir y presta salí a esperar un abrazo de bienvenida o mínimo un cartelito, pero no había nadie! se les hizo tarde...bueno tengo algo que contar no? Ya en casa fui recibida por dos pedacitos de gente que me llaman tía (me queda grande el calificativo), pero que tenía muchas ganas de ver. Aparece en escena mi madre tan ansiosa por abrazarme como yo a ella, ya que casi dos años no nos veíamos. Al día siguiente fuimos a visitar a mi abuelo al lugar más tranquilo que puede estar, su lugar de

descanso. Una de las cosas que más extañaba era la comida, no hay nada como un buen cevichito o pollito a la brasa con papitas caseras, o un puré de papita amarilla (made in peru), y ni que decir de una causa rellena o su quinua con pollo o un rocoto relleno...bueno no los quiero antojar más, por eso lo dejo ahí! Pero lo que si me queda claro dentro de todas las limitaciones que tiene mi país como tercemundista que es, es maravilloso!

1 comentario:

Marchatorium dijo...

SE ve riquísimo!!!
Pero se te olvidó incluir:

"Lo que más extrañé de mi buena tierra fue a la señorita Laaaaaauraaaaaaaa"

xD
un abrazo