lunes, 23 de junio de 2008

Gracias




Falta una semana para partir. Tengo sentimientos inciertos respecto a mi viaje, que solo el tiempo me los sabrá revelerar. Con motivo del viaje, este fin de semana me reuní con mis amigos después de mucho tiempo, para conversar, burlarnos, bailar y tomar un poquito. Me encanto ver a la mayoría de ellos tal cual hace años atrás, reírnos de las mismas tonterías y contar aquellas experiencias que sólo la vida y el alcohol te pueden hacer hablar. Las estrellas de la noche fueron los muchachos, Alaín por su encantador baile e incansable sed y Milton por su apetito voraz y rulos al viento. Dado las 2 de la mañana y viendo que el refri ya andaba algo vacío, nos fuimos a saludar por su cumple a mi vecina (R, la morena), mejor no la pudimos pasar, al son de la salsa dura y con un señor idéntico a Oscar de León, no cabe duda que la gente morena sabe divertirse, ya cuando vimos que Alían se rindió en los brazos del profundo sueño en la silla de la sala, supusimos que era momento de ir a dormir. Una vez de regreso a mi casa, los chicos -y yo-rebuscamos lo que había quedado de la pollada y comimos el más rico y sabroso calentado (cuando estas alcoholizado, todo sabe mejor). A la mañana siguiente todo era tranquilidad pero sobre todo placentero porque pasamos unos buenos e inolvidables momentos. Gracias chicos por venir: Karin, Carlita, Anita, Alaín, Milton y Carlos, los llevare siempre conmigo y nos vemos pronto.


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